miércoles, 12 de noviembre de 2008

Cuando las ganas nos ciegan...

Porque es así. Cuando deseas algo más que nada, ese deseo te ciega totalmente. Y no te deja ver más allá del mismo. No ves lo que pasa alrededor, sea bueno o sea malo. Sencillamente, estás tan obcecado en "eso", que el resto da igual. No lo sientes, no lo notas, no lo ves. O si lo haces, pero lo ignoras, con lo que el resultado es el mismo.

Desde luego, es de gilipollas. A veces, queremos tanto algo, que no nos damos cuenta que lo tenemos al alcance de la mano. Y por esa estupidez, nos cuesta más conseguirlo. O incluso lo perdemos. Vaya subnormales.

Y al revés también. Muchas veces, no vemos que, algo que tanto queremos, queda cada vez más lejos. Cada momento que pasa es más difícil llegar a ello. Hasta que desaparece totalmente y nos damos la ostia. La GRAN ostia. Cojonudo.

Sin brindis esta vez, porque no tengo nada por lo que brindar. NADA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace tiempo me dijiste q te habias creado 1 blog xro no se cual seria la razon q me hizo olvidar su existencia hasta hoy, dia en el q al crearme yo uno me vino a la cabeza kien tenia blog y kien no. Veo q lo tienes abandonado, supongo q xq encontraste 1 razon xa brindar :) xro aunq asi haya sido podrias escribir al respecto x ejemplo y hacer de este blog un diario de alegrias.

Con esta sugerencia te mando 1saludo y 1beso, muuuuak!