lunes, 1 de septiembre de 2008

Situaciones adversas

¿Qué es más doloroso que enfrentarse a las situaciones adversas que te plantea la vida? Situaciones en las que, muchas veces, sin ser culpa tuya ni de nadie, sufres sin remedio. Cuando quieres alcanzar algo, o luchar por ello, y no puedes por los planteamientos de la vida.

¿Qué es mejor en estos casos? ¿Dejar que la vida siga su curso, acoplándose a ella, o nadar contracorriente, enfrentándose contra todo, para al menos pelear por lo que uno quiere? Los que han pensado mas de 3 segundos en la respuesta, ya han contestado. Los que han tomado lo primera opción, son iguales que los que han dudado. Y no es malo, simplemente es una de las dos posibles opciones.

Sin embargo, hay gente que prefiere luchar, sin descanso, por aquello que quiere. Gente que no se rinde, que si se cierra una puerta, hace lo imposible por abrirla, y o bien lo consigue, o muere en el intento, pero jamás la dejará cerrada sin intentar al menos tratar de impedirlo.

Y bien, ¿vale la pena luchar y sufrir tanto? Por supuesto. Porque cuanto más peleas, peor lo pases, y más dolor sientas, mejor sabrá la victoria.

Hay gente que opina que no vale la pena pasarlo mal por algunas cosas. Lo entiendo y lo veo bien. Lo respeto. Pero no comparto su opinión. Prefiero arrepentirme de lo que he hecho, que de lo que he dejado de hacer. Una vida llena de "y si hubiera..." es una vida de tortura.

Por eso, por el placer que da no solo ganar, sino el simple hecho de competir, y por mucho más, no pienso rendirme nunca cuando quiero algo. Porque lo que se quiere, se tiene que ganar. A veces el precio es demasiado alto y no es rentable. Pero cuando el precio es asequible, o incluso barato o minúsculo, a por ello. La vida dura 4 días, y hay que saber aprovecharlos.

Un brindis por los que dedican su vida a alcanzar sus sueños y sus deseos, por los que no se rinden, por los luchadores. En definitiva, un brindis por todos aquellos que cuando miran atrás, se sienten orgullosos de haber luchado siempre y no haberse dejado ninguna puerta cerrada.

2 comentarios:

Vita dijo...

Interesante la entrada de hoy...

Sencillamente genial.

Me parece que eres un valiente amigo. El que no lucha, se arrepiente de no haberlo hecho.

Claro que tampoco hay que ser masocas y estamparse contra la pared repetidas ocasiones... con 2 o 3 vale,... no?

Es cierto que el sabor de la derrota es menos amargo cuando se ha peleado con toda la ilusión y con todas nuestras fuerzas.

Anónimo dijo...

ya con todo lo que has dicho no queda mucho que agregar, solo digo que estoy totalmente de acuerdo contigo. pocas cosas te producen mas satifaccion que alcanzar algo por que has luchado, has sufrido y te a costado.

no hay mal que por bien no venga, lo que sucede es lo que conviene, dios aprieta pero no ahorca...