Parece mentira que algo tan simple, como el tiempo, ese que pasa incesantemente, tenga tanto poder. Algo que nadie puede controlar, simplemente está ahí, y llena tu vida totalmente sin que tú siquieras puedas intervenir en ello.
El tiempo es poderoso, y así lo demuestra todo aquello que va dejando a su paso. El tiempo puede curar heridas. Puede hacer olvidar problemas. Consigue transformar en pasado el presente, y este a su vez en futuro. Y lo más importante aún, el tiempo puede hacer que llegues a querer lo que antaño no imaginabas que desearías, ni por asomo.
El problema del tiempo, es que cuando necesitamos que vaya deprisa, va despacio, y viceversa. Tiene la peculiaridad que cuando algo va bien, parece que se esfuma de la velocidad a la que pasa, y sin embargo, cuando necesitamos que pase rápido, para olvidar o sanar, la espera se hace eterna.
Como dice una gran frase: "El tiempo hace y deshace lo que logra hacer."
Odio al tiempo. Igual que lo amo. Me ha quitado muchas cosas, pero me ha dado otras que no cambiaría por nada. Ahora, el tiempo ha hecho su papel. Me toca tomar las riendas a mí. Pues bien, que así sea, y si no lo consigo, será sólo culpa mía. Porque el tiempo habrá hecho su trabajo.
Un brindis, para los que saben cómo aprovechar su tiempo.
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3 comentarios:
Un brindis por aquellos que del tiempo aprovechan cada una de las oportunidades que se le ofrece..
Tiempo... A menudo yo necesito tiempo para poder perderlo..
Un beso
he leido todas tus entradas hoy, ahora, recién acabo. gracias por todas ellas, a mi esta noche me han servido como si hubieramos hablado por telefono y tu fueses respondiendo a cada una de mis palabras a traves del tiempo y del espacio. ahora creo que dormiré como un bebé. volveré a pasar. un beso
para que me distingas te dejo mi nick...y son las 3:25 de la mañana, no las 18:25....este blogger....
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