La verdad es que llevo bastante tiempo hecho un asco. Estoy deprimido, hundido casi hasta el fondo. Espero que pronto llegue el día en que mis pies toquen en lo más profundo de la miseria para poder impulsarme hacia arriba y nadar hasta la superficie. Me encuentro ahora en el andén de una estación de trenes, esperando que pase uno que me lleve hacia un buen destino en el que mi dolor y mi tristeza hallen descanso y paz. Mi corazón se oxida con cada lágrima que brota de mis ojos e intento cerrar la herida que en mí se ha abierto con alcohol, pero nada me llena ahora como la desesperanza y la amargura. Espero una señal, una oportunidad que me vuelva a traer felicidad y un sólido amarre a esta fría y traidora realidad. Lo que no sé es si conseguiré esperar tanto tiempo. Todas mis fuerzas se desvanecen con la luz un sol que ya no hace sino dañarme y mostrarme el pozo del que no encuentro manera de salir. De pequeño ilusiones se tienen. Luego las pierdes, como el pelo y los dientes. La única verdad es que todo es mentira.
Como decía un viejo amigo mío: no te fíes nunca de lo que te digan, y de lo que veas fíate solo la mitad.
S.C.D.
1 comentario:
Pero siempre toca fiarse de algo... O te perseguiría esa incertidumbre de la que hablabas el otro día...
Jajaja ¿mola leer cosas que no tienen nada que ver con lo que dices?
Mis palabras no tienen motivos para volverse contra mí (todavía xD)
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